La mujer perfecta

Existe, lose. Si mi imaginación es capaz de crearla, claro que Dios todopoderoso también es capaz de crear a aquella, mujer perfecta, escondida y esperando a ser descubierta.

Y para mi vida, creo que la he descubierto. Si, ella es bella, linda, inteligente, solo falta que mis sentimientos no me traicionen, que sea real. La he visto sé que existe, no la conozco sin embargo, pero por solo verla sé que es hermosa, se que linda e inteligente, y sé que con ella no me faltaría nada. ¡Oh ilusión perfecta! Ver a una mujer hermosa e imaginármela como la mujer perfecta. Pero no, esto es tan solo un producto de mi imaginación y un grave error que no cometeré.

Si tan solo nuestros sueños fueran reales, entonces mi vida giraría en torno a lo que es mejor para mí. Pero caigo en la tentación de soñar y me equivoco, una y otra vez. Me equivoco al imaginarme a esa perfecta mujer en el cuerpo de esa hermosa mujer. Y para averiguar si mis pensamientos están correctos, arriesgaría mi vida para algo que probablemente me vuelva a llevar a una depresión, a una amargura, a volver a las paredes donde he escrito cuantas veces he sido traicionado por mis sentimientos y mi sentido de la lógica en la manera más absurda que he conocido.

No lo dudo que exista esa mujer perfecta, sin embargo no es quien me imagino. En esta vida estoy tan solo rodeado de mujeres hipócritas, estúpidas, con el menor sentido de comprensión a mis sentimientos, de falsas esperanzas y de quienes no valen la pena enamorarse. Y desafortunadamente estoy destinado a vivir rodeado de ellas, sin poder hacer cosa alguna más que quejarme, y escribir mis quejas.

Creo que he pasado por el mismo error para darme cuenta de que la mujer perfecta existe solo lejos de mi y en mi imaginación, y de que probablemente en esta vida muera sin siquiera saber quien fue, y muera siendo engañado por la sociedad, mis sentimientos, y mi sentido de vivir rápido esta corta vida.